Ayuntamiento de Miajadas

Edificios de interés urbanistico

Iglesia Parroquial de Santiago Apóstol

La Iglesia de Santiago es un crisol de movimientos arquitectónicos y artísticos, desde su planeamiento por parte del artista castellano Juan de Ezquerra, quien aúna en el proyecto el movimiento barroco, con la portada principal que el mismo Ezquerra realizó, con la bóveda de clara influencia gótica por sus arcos apuntados, bóveda que fue terminada años después por sus sucesores.

El nombre de Iglesia de Santiago Apóstol es heredado de las órdenes militares que repoblaron Extremadura, siendo la Orden de Santiago la que mayor implicación tuvo en la repoblación extremeña; de ahí que muchas obras fueran realizadas en honor a este santo.

La iglesia fue culminada casi en su totalidad por el artista Juan Álvarez, quien no es muy conocido en Extremadura, aunque realizara obras tan notables como la capilla para el enterramiento del obispo de Coria y la famosa escalera del Convento de San Vicente, siendo su mejor obra la propia Iglesia de Santiago Apóstol de Miajadas.

Si analizamos los diversos movimientos artísticos, podemos hallar la siguiente mezcla de artes y estilos en su construcción y decoración:

  • El movimiento románico se puede ver en los muros de gran espesor y los ventanales de reducido tamaño respecto al resto del edificio, que dan la poca luz indirecta que recibe el interior del templo.
  • El arte gótico se refleja en la propia construcción en mampostería y sillería alta. Además, la planta de cruz latina, tipo de planta usada básicamente en las iglesias del siglo XV y XVI, deja entrever el alargamiento de la antigua planta de la primitiva iglesia. Pero donde mejor se ve este estilo es en el interior, con su bóveda de nervios entrelazados en más de cuarenta claves decoradas.
  • El estilo renacentista se deja notar en la tipología herreriana de la única torre que campea en la iglesia, la cual acaba con un gran torreón con una baranda de piedra, donde antaño se conservaba una pequeña capilla con frescos renacentistas que decoraban su bóveda, pero este oratorio fue derruido hacia 1950. El movimiento renacentista de carácter rural puede apreciarse en el interior de la iglesia, debido a su gran sencillez de formas.

De nuestra iglesia llama la atención su altura, pero no por el gran número de metros que existen desde el suelo hasta la bóveda, sino porque el peso del amplio techo se sustenta únicamente en cuatro pilares adosados a las esquinas del crucero, algo tan llamativo que no ocurre en ningún otro lugar ni se repite en iglesias parecidas.

Si salimos al exterior del templo, podremos ver unos contrafuertes sencillos rematados con bolas de influencia barroca; pero del exterior lo que más llama la atención son las tres portadas, tanto la principal como las dos laterales. La portada principal, aquélla que mira al sur, constituye el inicio del barroco en Extremadura y está compuesta por dos pares de columnas toscanas a ambos lados de la entrada, culminadas por un capitel clásico y decoración geométrica. En la parte superior se encuentra situado un frontón partido adornado, con bolas herrerianas, donde puede verse, además, una hornacina vacía entrelazada por dos pares de columnas clásicas.

La portada oeste, aquélla que está frente a la Cruz que se encuentra situada en el exterior, pertenece a un estilo gótico muy sencillo y primitivo, donde a ambos lados de la puerta se encuentran pequeñas columnas de decoración vegetal y unas archivoltas sencillas en su parte superior, culminado todo ello por un pequeño rosetón que ilumina el coro de la Iglesia.

La construcción de la iglesia concluyó en 1606, empleándose más de 46 años en tal acción, aunque en verdad los últimos retazos se dieron en el siglo XX cuando se acabó de construir la bóveda del crucero. Todavía hoy, se sigue decorando y reconstruyendo la iglesia para embellecerla, pudiendo ser considerada hoy en día la muestra artística más llamativa del pueblo.

Iglesia Parroquial de Belén.

Hasta el siglo XIX la pequeña Iglesia de Belén era una antigua casa para el asilo de los más necesitados. A partir de las Guerras Carlistas, la Iglesia de Santiago quedó en un estado bastante lamentable al ser quemada y saqueada, por lo que hubo de ser reconstruida parcialmente y, por ello, esta casa asilo se comenzó a utilizar como iglesia mientras se restauraba el templo de Santiago y, desde entonces, quedó como el segundo centro eclesiástico de Miajadas.

La pequeña iglesia no tiene un estilo claramente definido por la simple razón de que al ser una casa antigua no lo poseía; por lo que únicamente se fue adaptando a las necesidades de la población según transcurría el tiempo, tomando lo más significativo de cada etapa en que fue remodelada; siempre teniendo en cuenta la relativa juventud del edificio.

Palacio del Obispo Solís

  El Palacio del Obispo Solís se construyó a mediados del siglo XVIII como residencia y lugar de retiro veraniego del obispo de Badajoz, Alonso Solís y Gragera, que posteriormente ejerció su obispado en Plasencia pero, al igual que en la mayoría de los pueblos de mayor tamaño de su obispado, también en el nuestro tenía una de sus tantas residencias.

Su estructura y construcción son de ámbitos muy sencillos; pues sólo tiene una nave central neoclásica donde se aprecian los escudos de armas de las familias Solís y Cassillas, contando además con un pequeño balcón esquinado en su parte más extrema. Junto al propio palacio, se encontraban hasta hace poco, las ya hoy desaparecidas, antiguas caballerías donde se recogían los animales de los moradores de este lugar. El palacio estuvo durante muchos años bajo la mano y el cuidado de la familia Cassillas-Trespalacios, que se interesaron por cuidar la construcción.

De la importancia de este edificio da clara muestra la réplica que del original se construyo en el Pueblo Español de Barcelona, una joya a escala reducida de esta obra magnánima.

Actualmente propiedad del Ayuntamiento de Miajadas, el Palacio Obispo Solís ha sido restaurado y fijado como un lugar de creación y cultura, pues en él se ubicarán próximamente, además de la Biblioteca Municipal, las oficinas técnicas e institucionales de la Concejalía de Festejos y Turismo, Mujer e Igualdad de Oportunidades, Alonso de Ojeda y Casar de Miajadas, la Concejalía de Juventud y Cooperación, y la Concejalía de Cultura y Educación; todo ello en un edificio céntrico, nuevo y reformado, un lugar que referente socio-festero y cultural de todas y todos los miajadeños.

Ermita de San Bartolomé.

La pequeña Ermita de San Bartolomé se encuentra en las cercanías del pueblo, a unos cinco kilómetros por la carretera que lleva a la ciudad de Cáceres, justo en el margen izquierdo del río Búrdalo.

Su origen se remonta al siglo XVII, cuando la Hermandad de San Bartolomé decidió construir una ermita en honor del patrono de la Villa. Para ello solicitaron a la Iglesia unos terrenos anejos a un antiguo convento, las ruinas del cual todavía hoy se conservan junto a la citada ermita.

El edificio representa una arquitectura eclesiástica rural del siglo XVII, con una sola nave a la cual se les une el camerino para el patrono y la sacristía. Destaca en el interior la cúpula luminaria que permite alumbrar el recinto sin necesidad de luz eléctrica. En su construcción se utilizó la mampostería enjalbegada de blanco, con sillares en los vanos. En su interior, como antes decíamos, presenta nave única, de tres tramos, crucero y camarín, donde se cobija la imagen de Nuestra Señora de la Consolación en la época de Cuaresma y Pascua. La imagen de San Bartolomé fue robada de la Ermita en 1982.

En esta época se produjo la construcción de varias ermitas por esta tierra, debido al fervor religioso de los vecinos de la zona, pero sólo se conservan en buen estado muy pocas, como es el caso de la miajadeña de San Bartolomé, porque el resto de las cercanas se han derruido o se han caído por la escasez de cuidados que se les ha dedicado.

Otros lugares

Casa de los Casillas-Trespalacios.

Casa solariega del siglo XVIII, que se encuentra a la salida del pueblo por la carretera que se dirige a Don Benito. Esta casa familiar posee un gran número de frescos, además de la portada de la propia casa, que está aderezada con un precioso y bien cuidado parque propio, con múltiples elementos florales y otros muchos elementos decorativos. Los frescos que tiene en la entrada representan una fiesta de Carnaval, con una pintura y decoración muy vistosa, muy agradables de ver.

Casa de los gutiérrez.

Casa de principios del siglo XX donde destaca un precioso patio de influencia andaluza, sobre todo por la distribución del gran número de plantas que posee.

Picota Blanca.

 

Esta picota, bien conocida por todo el pueblo miajadeño, fue construida poco después de 1656, año en que Miajadas fue declarada villa, otorgándosele el derecho de construir un patíbulo con horca para ajusticiar a delincuentes, derecho a establecer también ajusticiamientos con hachas y una picota para exposición de los ajusticiados. Esta picota estaba situada anteriormente en la Plaza del Rollo Blanco, de donde toma esta plaza su nombre y hoy día se encuentra situada en la Plaza Juan de Austria, frente a nuestra Casa de Cultura. En ella fueron ajusticiados todos aquellos bandidos que eran detenidos e, incluso, algunos de los fusilados durante la triste guerra civil.

Esta picota llama la atención por lo bien conservada que se encuentra y la pintura blanca que tiene sobre su piedra, de la que también toma su apellido.

Cruz de la Carretera de Escurial y Cruz de la Calle Cuesta

La importancia de Miajadas crece según se desarrolla su historia contemporánea, redundando en el crecimiento del número de clérigos y monjes y, por tanto, en la construcción de edificios y otros elementos de arquitectura religiosa, de los cuales ya no quedan muchos.

Referencias a esta construcción encontramos en los legados del sacerdote miajadeño Diego Sánchez Villa, que expresa en sus obras que existió un convento de monjas carmelitas (llamado de Santa Teresa) y que probablemente fuese este edificio el que albergase esta cruz.

Además de este edificio, en el centro del pueblo existía, según este propio sacerdote, otro convento, que estaba en la Calle Cuesta, del cual sólo se conserva la cruz, utilizada por los vecinos de este barrio para celebrar cada 3 de mayo, todo un programa de actividades como fiesta en su conmemoración.

Casa de cultura «Massa Solís».

Este edificio es de construcción reciente, pero de un diseño muy grato de ver. La portada situada a la entrada está decorada con el escudo miajadeño. En el interior se encuentra un gran salón, muy bien conservado, con una capacidad de casi 300 personas, el cual se dedica para todo tipo de actividades culturales y sociales, desde actuaciones teatrales a conferencias o proyecciones cinematográficas. A lo largo de sus pasillos se pueden contemplar grabados y pinturas del miajadeño José Massa Solís, de quien este edificio toma su nombre. La configuración del inmueble se adecua a la creación a mediados de la década de 1980 de un gran número de este tipo de lugares por toda Extremadura, con un gran salón, un amplio escenario y una buena adaptación a la asistencia de todo tipo de público.

Nuevo Ayuntamiento

El edificio del Ayuntamiento ha sido reformado en múltiples ocasiones, intentando darle no sólo la vida necesaria, sino acomodándolo a las necesidades de los vecinos y de la propia organización del trabajo que en él se desarrolla. Además, la última remodelación está íntimamente relacionada con un interés arquitectónico y artístico muy bien conseguido.

El edificio consta de tres pisos bastante definidos.

En el salón de plenos se puede encontrar un grabado en reconocimiento de uno de los grandes hijos de este pueblo: Saturnino Martín Cerezo; además de una gran obra que preside el propio salón: una pintura de Miajadas vista desde la distancia, que fue realizada por José Massa Solís y que cedió a esta Institución para que se presentara en un lugar muy visible.

Adecuado a la necesidad de acondicionamiento a todas aquellas personas impedidas físicamente, como todo consistorio que se precie de ser de gran magnitud e importancia, el edificio está en continua remodelación para adaptar sus instalaciones en mejora del servicio a la ciudadanía.

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